Son sorprendentes las grandes flores blancas del lirio de mar en pleno mes de agosto, sobre la arena caliente de las playas. En este caso las descubrí en la playa d’es Trenc, en Mallorca. Estas flores se abren durante la tarde y durante un solo día, desprenden un aroma muy agradable. En el momento de la floración, las hojas ya se han secado, volviendo a salir en otoño; las hojas son alargadas, de color verde glauco, retorcidas y con una consistencia bastante firme. En las playas no se puede confundir con ninguna otra especie. También son muy características sus semillas, que parecen pequeños trozos de carbón que salen de una cápsula globosa.
Esta azucena de mar, es una planta bulbosa de la familia de las Amarilidáceas. Se encuentra en los arenales y en las dunas fijas de las costas, a pleno sol y tolera bien periodos prolongados de sequía. Las hojas sobresalen del suelo, formando un denso ramillete; tienen entre 5 y 20 mm de ancho y son de color verde azulado. Tienen un bulbo alargado, blanquecino, con múltiples capas membranosas y sus raíces están situadas a una profundidad de hasta 80 cm bajo la superficie.
El ovario es trilocular y sobresale sobre el cáliz espatoide de dos brácteas que se caen. Su fruto es una cápsula grande y ovoidea, en cuyo interior se encuentran las semillas, negras, angulosas, brillantes, con forma subtriangular, de placenta axial y apiladas en cada uno de los tres lóculos. Florece desde finales de junio, en julio y agosto, hasta septiembre, cuando la mayoría de las plantas ya han pasado su floración y vive en las dunas costeras. Requiere suelo bien drenado aunque sea pobre, seco, árido, y exposición a pleno sol. La planta tiene la particularidad de poderse enterrar más profundamente para evitar la desecación, o bien de alargar sus tallos en caso de haber quedado muy cubierta de arena.