No has visto duendes, en el bosque, hoy, pero mañana quizás sí, quizás mañana encontrarás un espejo de ojos risueños que harán juego con tus ganas de risa, tus ganas de tocar piel y de comer tomates que hacen gusto de tomate y de beber vino de aquel que te vuelve a un lugar estimado, un lugar donde encuentras y te encuentran y dónde sabes que no olvidarás nunca, aunque también tú acabes perdiéndote por los laberintos de la cordura, aquel momento único, de complicidad y deseo y de que bien que estoy. No has visto duendes, hoy, en el bosque, pero sabías que te miraban, escondidos detrás las ramas de los árboles. Y te picaban el ojo. (Sònia Moll).
Este vino, de un color rosado elaborado con un 6% Syrah y un 40% Taladrado de reflejos malva, brillando y luminoso.
Aromas complejos que recuerdan el boj, el esparreguera y hoja de tomatera, al abrirse entran en la dimensión de frutas exóticas. En boca es fresco, amable y de largo con
una explosión aromática de frutas frescas y fondo floral de pétalos de rosa.